viernes, 3 de mayo de 2013

Amor Prohibido II : conocerse profundamente

Luego de terminar la charla, cada uno regresó a sus respectivas casa, pero ninguno sabía que le sucedía, no podían parar de pensar en ese momento en que intercambiaban anécdotas y reían. Él, se presentó, Sebastian, así se llamaba, lo que mas le había gustado de esa charla en el bar fue ver la hermosísima sonrisa de esa mujer, que también se había presentado, Carina se llamaba. En sus cabezas no paraba de sonar el nombre del otro.
Eso que sentían era algo que a ella le costaba en volver a confiar, y, que él no le había dado nunca importancia alguna, era algo nuevo y, como toda cosa nueva, le daba miedo.
Los dos enganchándose en el eterno pensamiento del otro. Verse en el trabajo les alcanzaba para sonreír de tal forma que sus ojos se llenaban de luz, ni importaba nada, esos ojos cafés se hacían miel con solo verse .
(leve viento del aire acondicionado).
Algo inusual en ellos estar así, aunque nunca intercambiaban palabras, a lo sumo un :"hola", ambos sentían que el salir de trabajar era luego esperar una eternidad par a volverse a cruzar.
Pero por la noche...
continuará.....

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